El tripolifosfato sódico (STPP) se utiliza ampliamente como aditivo alimentario en alimentos procesados; organizaciones internacionales autorizadas como la FDA y la OMS han reconocido su seguridad. No obstante, debe respetarse la norma de Ingesta Diaria Admisible (IDA), y los consumidores pueden tomar decisiones científicas leyendo la lista de ingredientes.